viernes, 26 de junio de 2009

Venezuela reescribe el arte de la música

Este reportaje lo escribí hace casi tres años, para una clase de periodismo (Dios como pasa el tiempo), cuando nuestra Orquesta empezaba a ganarse los espacios del mundo, ahora es un gran fenómeno... Las fuentes fueron declaraciones en rueda de prensa, entrevistas, páginas web y un maravillos libro del Sistema... Disfrútenlo!!!


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El documental de Alberto Arvelo, "Tocar y Luchar", ha obtenido un gran éxito, pues más allá de mostrar la vida de unos niños del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles, nos presenta a unos pequeños grandes músicos que enorgullecen a nuestra patria


Desde el pasado 28 de abril (2006), las notas y las armonías llegaron a la salas de cine de todo el país, bajo la batuta del cineasta Alberto Arvelo; su nueva obra, titulada, "Tocar y luchar" es la recreación cinematográfica del proyecto orquestal más importante y exitoso que haya tenido algún país: el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. Más de más de doscientos cincuenta mil niños y jóvenes de toda Venezuela viven este sueño musical, que hoy se extiende a varios países de América Latina.

Aunque la vena musical de Venezuela esta relacionada con salsa, tambores, cuatro, guitarras, entre otros ritmos latinoamericanos y caribeños; el Maestro José Antonio Abreu tuvo una iniciativa que trascendió más allá de lo cultural, artístico y musical; pues, es también un movimiento social y educativo. Convirtió las virtudes del arte en una herramienta de redención social del ser humano: "Hoy, acaso más que nunca, la misión del arte, en el ámbito de la nueva generación, trasciende el horizonte de los valores estéticos para proyectarse con creciente intensidad sobre el amplio y vital dominio que abarca desde la formación humanística integral de la personalidad, hasta la plena inserción del joven y el niño, mediante su desarrollo artístico, en una vida social constructiva, fecunda y ascendente", señala el creador acerca del magnífico sistema de orquestas en una entrevista cuando fue designado Embajador de Buena Voluntad de la Unesco para la Música y la Paz (París, 1997).

No obstante, seis niños son los protagonistas de la historia de Arvelo, quienes han visto cambiar su vida y su base social alrededor de la música, y que de distintas partes de nuestra geografía llevan la magia de sus melodías. A través de un peñero, nos adentraremos en la vida de estos pequeños artistas y en las entrañas del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (Snojiv); durante ese viaje escucharemos y apreciaremos las impresiones de grandes maestros como: Plácido Domingo, Simón Rattle y Claudio Abbado.

Promocionando a un país

Antes del estreno de "Tocar y luchar", Alberto Arvelo participó en un foro de la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN) sobre la proyección del cine venezolano. Sin embargo, el cineasta comentó detalles sobre su ya exitoso documental.

"Con Tocar y luchar no sólo estamos promocionando una nueva película del cine nacional, sino que estamos promocionando al país donde están pasando cosas sin precedentes y por las cuales tenemos que creer en nuestras posibilidades", apunta Arvelo.

Existen dos razones primordiales por las que se realizó este largometraje: en primer lugar, por la propia experiencia de Arvelo como músico en la orquesta juvenil desde los 9 hasta los 17 años de edad y, en segundo lugar, por la necesidad del autor de difundir la realidad de los niños músicos venezolanos, lo que a su juicio es "más que un fenómeno musical, es un fenómeno social extraordinario".

Acerca de su experiencia como miembro de Snojiv, el cineasta expresó: "Mi vida cambió al estar en la orquesta. Cambió en el sentido del compañerismo, de tener una conciencia de comunidad y sobre todo de tener la conciencia de formar parte de una familia. Eso me cambió la vida, porque cuando un grupo de niños se reúne a intentar hacer arte, definitivamente lo que pasa allí es un fenómeno que va más allá de lo que uno pueda narrar, se termina convirtiendo inevitablemente en lo que es hoy el sistema de orquestas, una fábrica de ciudadanos".

Desconocimiento de un arte

Una de las características importantes de esta producción es que los venezolanos no están informados sobre lo que está pasando en Venezuela con el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles. "No sabemos que nuestro país es hoy, de algún modo, el futuro de la música clásica y probablemente estemos rescribiendo capítulos del arte que no tienen precedentes en la historia cultural", apuntó Alberto Arvelo.

Con relación a ello, el cineasta mencionó que los más grandes directores de orquesta han visitado recientemente el país para ver a las orquestas desde los barrios y los pueblos, y repiten en todos los periódicos del mundo que lo que está pasando en Venezuela es una reinvención de la música clásica, "con una característica particular que siempre cita el maestro José Antonio Abreu, creador del sistema, que es un fenómeno hecho de mayorías para mayorías".

31 años de armonía

"Un proyecto de desarrollo espiritual de la juventud y la niñez venezolana contra la violencia, contra la droga y contra todo aquello que la música con sus valores de exaltación de espíritu promueve", así describe el Maestro José Antonio Abreu a su más grande obra: el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela (1975); si bien, lo repite en cada entrevistas que concede, la pasión y el entusiasmo se mantiene con mucha fortaleza. Recuerda que en el comienzo muchos no creían en el éxito de su iniciativa, pero al ver y sentir la fuerza y la intensidad de la orquesta naciente en el primer concierto, lo impulsó a seguir luchando por su sueño, el cual contagiaría alegrías e ilusiones a muchos pequeños. "No me importaba que momentáneamente se dudara. Yo le daba la bienvenida a esas dudas; porque cuando se duda al principio y luego se cree, entonces se cree doblemente", sugiere Abreu.

De igual forma detalla que más de "240 mil niños y jóvenes están siendo atendidos socialmente a través de un arte, este es un caso único en el mundo. De tal manera que el arte demuestra en Venezuela su capacidad para producir realmente una profunda transformación en la estructura social, atendiendo integralmente a la infancia y la juventud".

Cuando se fundaron las instituciones de música de orquestas estaban centradas sólo para clases privilegiadas, lo que hizo crear cierto "cliché" de que este arte sólo podría ser disfrutado por los poderosos; no obstante, Abreu se lleno de valor para demostrar lo contrario y de que el arte va más allá de lo estético: "el arte ha dejado de ser, irreversiblemente, monopolio de las elites para consolidarse con firmeza como derecho social de nuestros pueblos; como consecuencia, la educación artística del joven y del niño se nos revela como vanguardia y signo de una revolución social sin paralelo, que ningún proyecto social seriamente convencido puede negar"

Sistema de inclusión

El sistema sirve como instrumento para incluir al excluido y abrirle espacios, logrando romper con el círculo vicioso de la pobreza. El programa está dedicado a los niños y jóvenes de medianos y bajos recursos, es así como a través de la música se convierte al niño o joven cuya limitación es material, en un ser humano con riqueza espiritual; esto fortalece su nivel de aspiraciones y de inserción en la sociedad, y garantiza un cambio radical que se traduce en el mejor arma contra la pobreza material. "El instrumento musical le da a nuestros niños y jóvenes una salida de trabajo, de profesión, de lucimiento, de autoestima y la suma de estos factores permite que a través de la orquestas se rompa el círculo vicioso de la pobreza", explica Abreu.

Con relación a su lema "Tocar y luchar", el músico venezolano aclara que "desde el principio, cuando escuchamos las primeras resistencias, entendemos que no sólo podemos tocar, que no podíamos abandonar el sentido de la lucha que aquello implicaba".

En último lugar, el Maestro resalta que no sólo se le da importancia a la formación de las orquestas; pues, de igual forman se establecieron en el área de la artesanía de instrumentos, a través de una red de centros para fabricar instrumentos venezolanos, estamos fabricando cuatro, mandola, arpa, maracas; mediante la formación de jóvenes capaces de producir instrumentos de excelente calidad.

Padres temerosos

La Lic. Eglée Acuña, una de las profesoras que integra el cuerpo docente del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, explica que ellos suelen visitar los colegios, liceos y algunas zonas para motivar a los niños a ser parte de una experiencia inolvidable: una orquesta. "Los niños se sienten motivado por la novedad, ellos son más abierto a lo nuevo, ser integrante de una orquesta para ellos es una gran oportunidad. Sin embargo, quienes son difíciles de convencer son los padres, siempre vienes temerosos", apunta Acuña.

Asimismo, refiere que el niño es llevado desde muy pequeño a algunos de los núcleos, donde comienza a recibir clases de música y, posteriormente, se le asigna un instrumento acorde a su desempeño y talento. Cabe destacar que dichos instrumentos musicales son financiados por el Snojiv.

Acuña indica que los que los miembros de las orquestas, comúnmente, deberían ensayar unas cuatro veces por semanas; sin embargo acota que "los niños nunca se cansan, siempre quieren estar ensayando una tras otra vez. Cuando nos toca ijar fuera del país, su cara de alegría es inmensa, es una sensación para la cuando existe explicación".

En cuanto a los profesores, estos provienen del mismo sistema, pero ahora forman parte de importantes orquestas internacionales. Por otro lado, Acuña precisó que, actualmente, existen 102 núcleos en Venezuela.

En el Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, todos los niños tienen cabida sin ninguna distinción; pues cientos de jóvenes con necesidades especiales se están formando en música académica e incorporándose a las filas de un movimiento orquestal de dimensión nacional y proyección internacional; señala Felipe Bosque, Director del Programa de Integración Social de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil del Estado Aragua.

"El sistema está presente en todos los estados de Venezuela, en las principales ciudades e inclusive en los pueblos mas pequeños. Por ejemplo, en el caso de Aragua, existe la Fundación Orquesta Juvenil e Infantil de Aragua que comprende el sistema de educación musical regular y el programa de integración social, aunque no todos los núcleos por estado, cuentan con programa de integración social", detalla Bosque.

¿Cuál ha sido la experiencia en Aragua?

— En Aragua trabajamos con todas las condiciones de educación especial dentro de la orquesta. Actualmente atendemos a más de 80 alumnos entre 2 y 56 años de edad, con una lista de espera de más de 55 —comenta.

Con relación a la reacción de los alumnos ante sus compañeros especiales, Bosque declara que ha habido "una aceptación maravillosa. Ya sabes, el que desintegra no es el niño o el joven. El que pone etiquetas es el adulto. En la orquesta juvenil vemos a los compañeros emocionados. Se sientan al lado del amigo con discapacidad. Lo ayudan a tocar su parte. Se alegran de sus logros. Hay una compenetración maravillosa.

Música en la vereda

Con su violín, Joyve va llenando de magia cada camino estrecho de las veredas de La Vega tocando su instrumente, irradiando respeto en todo su barrio, el cual está orgulloso de ella. Mientras que en Güira de la Costa, Rony recibe las olas del mar al son de la trompeta.

Niños humildes pero con un gran futuro por delante, ya que son miles los elogios que han recibido por su enorme potencial; como Plácido Domingo. Sir Simon Rattle, Director de la Filarmónica de Berlín, declaró a un importante diario de Alemania que en Venezuela se está rescribiendo el futuro de la música. Mientras que una periodista de la revista germana Der Spiegel aseguró que en poco tiempo Venezuela será conocida por la música y no por el petróleo.

Francisco Rodrígues Lopresti, joven venezolano de 17 años, pertenece a la Orquesta Sinfónica Infantil de Caracas, relata que empezó a estudiar música en el año 2000 en el Centro Académico Infantil de Montalbán, en unlibro dedicado al sietema.

"El pertenecer a la O.S.I.C. me ha dado el privilegio de participar en conciertos tan importantes como la venida del maestro Sir Simon Rattle, de Claudio Abbado, entre otros. También he participado en conciertos de corte simbólico-diplomático como la bienvenida a los distinguidos mandatarios de países como Chile, España, Brasil, Bolivia, Ecuador, Irán, Argentina, etc.

— ¿Qué significa para ti pertenecer al Snojiv?

— Significa un grado de excelencia por encima de lo cotidiano, significa desarrollar cualidades y aptitudes que cada quien tiene presente en su ser, significa mucho trabajo y empeño, pero sobre todo significa tener amor a lo que se hace, para poder así manifestar estos sentimientos a través de un instrumento musical.

Entre los más recientes, destaca el homenaje rendido en la Organización de Estados Américanos y el premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2008.

Así como Huáscar Barradas ha llevado la magia de su flauta por todo el mundo, esta nueva generación de músicos ya está dejando su huella en grandes ciudades, como el joven Gustavo Dudamel, quien ganó el concurso de Dirección Orquestal de Berlín.

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